viernes, 28 de mayo de 2010

Feria del libro de Zaragoza, 2010

La próxima semana estaré firmando en la Feria del Libro de Zaragoza. Este año la feria es del 28 de Mayo al 6 de Junio, de 11 a 14 y de 18 a 21:30 horas.
Por mi parte, yo estaré firmando ejemplares los días:
-Martes 1 de junio, de 19:00 hasta cierre en Mira editores.
-Domingo 6 de junio, de 18:00 a 19:30, en Casa del Libro

A continuación un enlace con todo el programa de la Feria del Libro:
http://www.feriadellibrodezaragoza.leggio.info/index.html

miércoles, 26 de mayo de 2010

Raazbal, citas 8

«Vuestro nombre será grabado en el mármol de los palacios,
y el del enemigo se perderá como las pisadas en la arena».
Sobre las guerras de Trecia.
Relatos del historiador y poeta Séfiles.
Cita inicial del capítulo 27 de la novela Raazbal

lunes, 24 de mayo de 2010

Raazbal, fragmento del capítulo 2

Fragmento del capítulo segundo de la novela Raazbal, de Óscar Bribián:

"Martín manejaba las riendas del carromato tirado por bueyes, haciendo caso omiso de las miradas y los comentarios de la gente que saludaba al conde afectuosamente. Ambos iban sentados en el pescante, y detrás de ellos, custodiando el plúmbeo cargamento de barriles de vino, permanecían el bueno de Andrés y el gigantón Vicente, dos hombres de la guardia del conde.
Poco antes habían atravesado las puertas del recinto amurallado que rodeaba la ciudad, y ahora dejaban la amplia y bulliciosa plaza del mercado para adentrarse en la calleja del vinatero. La ciudad parecía un verdadero pozo de basura, debido a la cantidad de barro producido por las lluvias estivales y los desechos que la gente descargaba en la calle. Prácticamente en todas las ciudades del reino había que atravesar dichas calles pisando sobre tablones y defender las casas con diques de piedra. Solo en Tesara, la capital, las avenidas más céntricas y distinguidas estaban pavimentadas. Pero allí las rodadas quedaban enterradas de tal modo en el barro que los carros apenas podían salirse de ellas para dejar paso al que viniese en dirección contraria. El estiércol se depositaba sin miramiento alguno en la calle, ni más ni menos que las demás basuras, y los mendigos dormían sobre este terreno inmundo, envueltos en harapos. Muchos de ellos aguardaban en la puerta de la iglesia a las señoras que salían de misa, tendiéndoles entonces sus demacradas manos para recibir una mísera limosna."

sábado, 22 de mayo de 2010

Raazbal, citas 7

«Llegarán los días en que las tribus Chask se unirán
y formarán el mayor imperio jamás visto,
esquilmarán las praderas, quemarán los bosques
y derruirán las ciudades de los hombres».

Crónicas del Mundo Oculto. Tomo IV.
Cita inicial del capítulo 23 de la novela Raazbal

jueves, 20 de mayo de 2010

Raazbal, fragmento del capítulo 10

Fragmento del capículo décimo de la novela Raazbal, de Óscar Bribián:
"Pasaron bajo la arcada y entraron en el lujoso vestíbulo, donde confluían varios pasillos. Había algunos asientos rebajados en el muro de piedra, así como bancos de madera y una larga alfombra roja que ascendía frente a ellos a través de una ancha escalera con balaustrada de bronce. Uno de los guardias, apostado al pie de la escalera sosteniendo una alabarda, encontró la mirada de Laertes y les pidió que le acompañasen. Subieron la escalera y continuaron por un largo pasillo, atravesando un salón lleno de espejos y la antecámara de música, hasta que finalmente alcanzaron el salón del trono.
En la estancia se podían contar casi treinta personas de distinta importancia, todas ellas congregadas en un amplio semicírculo frente al anciano rey y en torno a un detallado mapa del territorio de Pulse y las tierras extranjeras, el cual se había desplegado en el suelo embaldosado. El salón estaba decorado con tapices de terciopelo rojo donde se narraban batallas y hechos históricos de forma pictórica, y la totalidad de las paredes y techos presentaba una riquísima ornamentación de madera de roble.
En cuanto Laertes cruzó el umbral, Argnor III esbozó una sonrisa y se levantó de su trono con dificultad. Martín observó que bajo la corona había un hombre marchito, con el pelo ralo y la barba corta y blanca como la nieve. Vestía una túnica pardusca bajo una gruesa capa púrpura, y sus facciones eran duras y marcadas por la delgadez.
—¡Ay, Laertes! —exclamó—. Mi buen acreedor. Gracias a Dios que has llegado. Dinos qué ven tus ojos que no alcanzan a ver mis heraldos."

lunes, 17 de mayo de 2010

Mapa del mundo de Arasca, de la novela Raazbal

Este es el mapa del mundo de Arasca, donde se ubica la historia de la novela Raazbal. (En realidad, dicho mundo consta de dos continentes, pero la historia solo transcurre en uno de ellos).
Pincha sobre la imagen si quieres verla con más detalle.

sábado, 15 de mayo de 2010

Raazbal, citas

«Corren tiempos difíciles.
En el Este pacen las bestias.
En Occidente los hombres no sospechan».
Susurro de un sauce.
Cita inicial del capítulo 1 de la novela Raazbal

martes, 11 de mayo de 2010

Raazbal, citas 6

«Es fácil defenderse tras los muros,
pero un hombre valiente prefiere ver los ojos de su enemigo».

Proverbio ascadio.
Cita inicial del capítulo 21 de la novela Raazbal

viernes, 7 de mayo de 2010

Raazbal, fragmento del capítulo 6

Fragmento del capítulo sexto de la novela Raazbal, de Óscar Bribián:
"Al llegar a las quebradas del norte, el caballo aminoró el paso y la tormenta se reanudó. En poco tiempo cayó el aguacero. Martín se envolvió en su capa para evitar la humedad. El viento frío penetraba en la ropa causándole escalofríos. Observó el cielo ennegrecido sobre su cabeza. Un mar de vidrio centelleante. Lluvia y fuego. Relámpagos que iluminaban las lejanas cumbres del oeste. Montañas que parecían arder con los impulsivos latigazos eléctricos.
Una flecha certera se clavó en la piel del animal. En medio de la confusión, el caballo emitió un relincho de pánico y se levantó sobre sus patas traseras, lanzando a su jinete al suelo. Martín trató de enderezarse y sujetar al caballo por las riendas, pero todo fue inútil. El animal se alejó de allí espantado y poco después se despeñó por un precipicio cercano al camino.
Martín vio asomar la sombra de dos jinetes sobre uno de los altozanos, situado a unas cien varas de distancia. El muchacho echó a correr sin despegar la mirada atrás, viendo cómo otros dos jinetes aparecían y descendían por la ladera, ganándole terreno lentamente. Salió del camino intentando huir entre sotos y zarzales. Descendió pequeñas depresiones, atravesó campos de matorrales en terrenos abruptos y rocosos, subió cuestas y rodeó montículos para despistar a sus perseguidores. De los barrancos y escarpas pétreas que flanqueaban su huida se desprendían rodando montones de guijarros. Por un momento le pareció haberlos despistado. Decidió esconderse detrás de una roca, arrancando matojos y cubriéndose con ellos el cuerpo. Aguardó allí, temblando de frío y temor, con la esperanza de que los jinetes se diesen por vencidos, y así fue. No pudo identificar a ninguno de ellos, pero tenía la certeza de que procedían del castillo de don Sancho."

sábado, 1 de mayo de 2010

Raazbal y Mentes perversas en la FNAC

No se puede decir que mis hijos estén mal colocados en la FNAC de Zaragoza, no señor. :-)
Junto a la línea de cajas de la planta calle y con mucha presencia en la planta de librería.