Graham Greene dijo de él que fue el más grande humorista inglés del siglo XX. No puede haber mejor presentación que ésa, desde luego. En efecto, el humor de Saki, seudónimo de Héctor Hugh Munro, británico nacido en Birmania, es delicado, aunque cruel y amargo, como dice Borges. En sus relatos subyace una aguda crítica a la alta sociedad británica de principios del siglo XX, enmascarada en historias con temáticas aparentemente triviales.
Sin embargo, en concreto este libro de Saki no me ha gustado demasiado, salvo con honrosas excepciones como "A contracorriente" (un relato que esconde mucha ironía), "El huevo de Pascua" o la "Disuación de Tarrington" (con gran humor ácido y satírico).
La virtud que posee Saki es que envuelve muy bien al lector, lo conduce donde quiere, transmitiendo un aire de ironía en todas sus historias, hilarantes en todo caso.
El aspecto negativo, en cambio, de este autor, es que no se concentra demasiado en los finales de las historias, ya que no le interesan tanto como la crítica que subyace en ellos, y eso hace a menudo insulsas sus culminaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario