Conocía a este autor por algún relato leído hace años, y por múltiples referencias, pero nunca me había adentrado en sus novelas, que sin duda seguiré leyendo.
Concretamente, Henry Chinaski, protagonista y alter ego del polémico y genial escritor, narra en primera persona un cúmulo de historias descarnadas y saturadas de sexo, obscenidad, peleas, apuestas y alcohol. Un libro tan extremo como realista, ajeno a la vida cotidiana de la gente corriente.
Los diálogos son elocuentes, sinceros y cargados de humor negro. Hay cierta crítica social, pero lo mejor son las aceradas descripciones y las conversaciones de Chinaski con sus diversos jefes de empleos precarios y las mujeres que le conocen.
No siempre la vida es fácil, pero puede ser maravillosa a veces para quien vive el momento. Carpe Diem: Factótum.
Concretamente, Henry Chinaski, protagonista y alter ego del polémico y genial escritor, narra en primera persona un cúmulo de historias descarnadas y saturadas de sexo, obscenidad, peleas, apuestas y alcohol. Un libro tan extremo como realista, ajeno a la vida cotidiana de la gente corriente.
Los diálogos son elocuentes, sinceros y cargados de humor negro. Hay cierta crítica social, pero lo mejor son las aceradas descripciones y las conversaciones de Chinaski con sus diversos jefes de empleos precarios y las mujeres que le conocen.
No siempre la vida es fácil, pero puede ser maravillosa a veces para quien vive el momento. Carpe Diem: Factótum.
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