¿Cómo hacer que una novela de fantasía pura resulte original y a la vez atrayente para los amantes de la mitología griega? Podrían preguntárselo a Javier Negrete, o mejor aún, podrían leer Señores del Olimpo (novela merecedora del Premio Minotauro 2006).
Tifón (mitad dragón, mitad dios), que asegura ser hijo de Cronos y señor legítimo del Olimpo, osa desafiar el poder de Zeus y la hegemonía de los dioses olímpicos, apaciguados tras siglos de dominio y ambrosía. Por otro lado, Gea, diosa de la tierra y madre de todos los seres, aborrece de los hombres, que esquilman las tierras, y los gigantes amenazan con avanzar desde el lejano norte, adentrándose en los reinos de los humanos y rompiendo el límite impuesto por Zeus. Un ambiente convulso en una época de esplendor en la península balcánica.
Una novela donde los hombres se ven arrastrados por las conjuras y devaneos amorosos de los dioses, los verdaderos protagonistas. Es una obra que destila buena literatura y una imaginación desbordante. El autor juega con la mitología griega, permitiéndose licencias que en el apartado final del libro aclara o desmiente, demostrando un gran conocimiento de la materia. Notable el tratamiento psicológico de algunos personajes. Buena trama. Un narrador sobresaliente que sabe cautivar con una obra con cierta densidad y complejidad, a la par que apasionante. He de incidir también en los buenos momentos de acción que tienen lugar. El único punto negativo es que el inicio se hace un tanto pesado, hasta que lograr arrancar y entonces nos atrapa hasta el final.
Tifón (mitad dragón, mitad dios), que asegura ser hijo de Cronos y señor legítimo del Olimpo, osa desafiar el poder de Zeus y la hegemonía de los dioses olímpicos, apaciguados tras siglos de dominio y ambrosía. Por otro lado, Gea, diosa de la tierra y madre de todos los seres, aborrece de los hombres, que esquilman las tierras, y los gigantes amenazan con avanzar desde el lejano norte, adentrándose en los reinos de los humanos y rompiendo el límite impuesto por Zeus. Un ambiente convulso en una época de esplendor en la península balcánica.
Una novela donde los hombres se ven arrastrados por las conjuras y devaneos amorosos de los dioses, los verdaderos protagonistas. Es una obra que destila buena literatura y una imaginación desbordante. El autor juega con la mitología griega, permitiéndose licencias que en el apartado final del libro aclara o desmiente, demostrando un gran conocimiento de la materia. Notable el tratamiento psicológico de algunos personajes. Buena trama. Un narrador sobresaliente que sabe cautivar con una obra con cierta densidad y complejidad, a la par que apasionante. He de incidir también en los buenos momentos de acción que tienen lugar. El único punto negativo es que el inicio se hace un tanto pesado, hasta que lograr arrancar y entonces nos atrapa hasta el final.
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